Las estrategias Push y Pull son formas opuestas de enfocar el marketing, pero no tienen porqué tener efectos opuestos en tu negocio. De hecho, pueden ser complementarias y reforzarse mutuamente. ¡Vamos a ver qué significan exactamente para tu plan de marketing!
¿Qué es una estrategia pull?
Una estrategia de atracción en marketing implica dar al consumidor una razón para comprar tu producto o servicio. Aquí, el consumidor ya sabe que tiene una necesidad y está buscando una solución de manera activa.
La estrategia pull es un enfoque que se centra en atraer a la gente a tu producto o servicio utilizando diversos canales y métodos. A diferencia del empuje, en el que tratas de atraer a alguien directamente con tu producto o servicios, la estrategia de atracción implica el uso de diversas formas de marketing o publicidad para atraer a los clientes potenciales y facilitar la conversión. Con esta estrategia, es importante identificar tu mercado objetivo, comprender sus necesidades e intereses únicos, y luego utilizar esa información para crear campañas de marketing específicas. En última instancia, una estrategia de atracción eficaz y bien ejecutada puede ayudarte a alcanzar tus objetivos de marketing e impulsar el crecimiento, mientras que una infructuosa puede conducir al estancamiento y a la pérdida de ingresos.
Ventajas de utilizar estrategias pull
Entre los beneficios que tiene esta estrategia están:
- Personalización: este tipo de marketing se basa en la idea de que si podemos averiguar información específica sobre las preferencias o el estilo de vida de un miembro de la audiencia, podemos personalizar los mensajes en consecuencia y hacerlos más relevantes para él.
- Confianza: en las pruebas A/B, se comprobó que las estrategias pull personalizadas generaban más confianza en los consumidores potenciales porque veían que el producto o servicio ofrecido se ajustaba a sus necesidades.
- Leads de calidad: los usuarios que han avanzado a clientes potenciales están buscando una solución relacionada con nuestro producto o servicio, por lo que estarán interesados en lo que nuestra marca puede ofrecerles.
- Reconocimiento de marca: el objetivo de una estrategia pull es estar en la mente de la gente a través de su contenido. Con este objetivo, este tipo de marketing trabaja constantemente en el reconocimiento de la marca, lo que los convierte en una excelente opción para cualquier empresa que busque exposición.
- Educación sobre el producto o servicio: tu empresa, como defensora del usuario, se encargará de nombrar esta necesidad y de educar sobre lo que necesita. Le ayudarás a avanzar en el embudo de marketing dirigiendo los esfuerzos en esta fase inicial en la que aún no sabe lo que quiere o necesita.
¿Qué es una estrategia push?
El objetivo de las estrategias push, también conocidas como “empuje”, “impulso” o estrategias de salida, es hacer llegar el producto o servicio al consumidor final. Hay una variedad de métodos que una empresa puede utilizar para lograr este objetivo: la publicidad, el embalaje, las ofertas, la puesta en escena de eventos, entre otros. Un componente clave del éxito de las estrategias push es asegurarse de que encajan en el plan general de marketing de la empresa. Esto significa que deben formar parte de un plan general centrado en la captación de nuevos clientes, la obtención de seguidores fieles y el fomento del reconocimiento de la marca. En última instancia, el objetivo de las estrategias push es conseguir que el producto o servicio llegue al consumidor final.
Ventajas de utilizar estrategias push
Entre los beneficios que tiene este tipo de estrategia están:
- Alcance: cuantas más personas estén expuestas a una campaña, más posibilidades hay de que formen parte de nuestro público objetivo. Sin embargo, esto puede ser contraproducente si no cumplen ningún criterio que hayamos establecido antes de que empiecen a recibir nuestros mensajes.
- Volumen de leads: entre más alcance, mayor número de leads.
- Rapidez: sus resultados pueden verse a corto plazo.
En conclusión
Las estrategias de marketing push y pull son un componente clave de todas las campañas de marketing de éxito. Cuando se aplica correctamente, esta estrategia proporciona un equilibrio de elementos de empuje y atracción que ayuda a impulsar las impresiones de la marca y a llegar a los consumidores.
Las estrategias de marketing push se centran en esfuerzos publicitarios o promocionales directos que buscan atraer al mayor número posible de consumidores. Las estrategias de marketing de empuje pueden incluir también campañas en las redes sociales que pretenden aumentar el reconocimiento de la marca y crear conciencia entre las audiencias emergentes.
Por el contrario, las estrategias de marketing pull se centran más en crear afinidad y lealtad entre los clientes existentes mediante iniciativas de marketing de contenidos que proporcionen una visión más profunda de la del mundo de la empresa o de sus ofertas de productos.
Las estrategias de empuje y atracción son un arma poderosa en el arsenal de cualquier comercializador, y es esencial comprender las fortalezas y debilidades relativas de cada una de ellas, en un contexto determinado.