Es bien sabido que en el mundo del marketing digital todo se actualiza y se renueva y, de no ser el caso, queda en la obsolescencia o el desuso. En el campo del marketing es común que las prácticas estén en constante configuración, por lo que hay que adaptarse a los nuevos modelos y paradigmas que este campo tiene para nosotros.
Un ejemplo de estas actualizaciones del campo es el surgimiento del growth hacking, una práctica que trasciende los métodos y aplicaciones del marketing tradicional. Aunque es una práctica de la cual hay mucho que aprender todavía, es necesario mencionar que el growth hacking de ninguna forma reemplaza el marketing tradicional. No obstante, bien es cierto que percibe de otro modo las prácticas y estrategias de un negocio.
¿Qué es el growth hacking?
El growth hacking, también conocido como «growth marketing», es el uso de tácticas de marketing digitales rentables y de recursos ligeros que ayudan a crecer y retener una base de usuarios y clientes activos. Este conjunto de prácticas y estrategias contenidas en el growth hacking ayudan a ganar exposición en el mercado y a favorecer la venta de los productos y servicios.
De manera análoga, el growth hacking se encuentra asociado, principalmente, a las nuevas empresas y pequeños emprendimientos. En otras palabras, el growth hacking tiene como agentes prioritarios aquellas organizaciones que no tienen una gran cantidad de ingresos para efectuar otro tipo de estrategias o prácticas, pero que necesitan y obtienen resultados de manera rápida. Esto no quiere decir que sea una práctica exclusiva, ya que puede ser aplicable a cualquier negocio o empresa.
En síntesis, el growth hacking favorece el desarrollo eficaz de una empresa con técnicas, herramientas y una inversión monetaria y de esfuerzo mucho más reducidas.
Beneficios del growth hacking
Por sí solo, el growth hacking es un beneficio que ayuda a distintas empresas y negocios a crecer de manera rápida y eficaz. A continuación, conoceremos los principales beneficios y ventajas del growth hacking.
- ROI demostrable
Cuando se emplean las métricas adecuadas, es posible rastrear y demostrar el rendimiento que tienen las prácticas del growth hacking. Para conseguir el ROI deseado es importante hacer muchas pruebas hasta conseguir lo que se necesita.
- Bajo costo
El growth hacking está diseñado para usar cualquier recurso que se tenga a la mano para trabajar de la manera más económica posible. La mayoría de las ocasiones se aprovechan las prácticas SEO para buscar una mejor clasificación a bajo costo. Existen muchos métodos y prácticas económicas que juntas pueden ser un gran potenciador de beneficios, esto siempre y cuando se planifique de manera correcta.
- Menos recursos
Similar al punto anterior, el growth hacking no requiere un equipo completo de marketing para llevarse a cabo. A menudo los «hacks» de crecimiento son desarrollados e implementados por una sola persona.
Diferencia del growth hacking y el marketing tradicional
Es común que se crea que el growth hacking y el marketing tradicional sean un mismo elemento. Sin embargo, existen diferencias sutiles pero importantes.
Tanto el growth hacking como el marketing tradicional comparten un mismo objetivo: adquirir más clientes o alentar la adquisición de un producto o servicio en particular. Para ello, ambos rubros emplearán tácticas, estrategias y prácticas para conseguir sus propósitos.
La diferencia que existe entre ambos elementos es que el growth hacking combina el marketing, la optimización y los conocimientos de desarrollo para llevar a cabo el marketing automatizado con un pequeño presupuesto o herramientas. Algunos ejemplos del growth hacking pueden ser:
- Correos electrónicos de notificación automatizados.
- Formularios de registro simples.
- Páginas de inicio impulsadas por el registro de nuevos clientes.
Así mismo, el growth hacking se basa, en gran medida, en tácticas que no implican gastar presupuestos masivos a los que las empresas más grandes tienen acceso con el marketing tradicional.
En conclusión
El growth hacking es una estrategia de crecimiento exitosa que requiere un ajuste en función del producto-mercado. La esencia de esta práctica radica en probar lo que funciona y descartar lo que no funciona, sólo así es posible conseguir el éxito a través de esta estrategia.
Sólo mediante un proceso consistente y arduo de hipótesis, pruebas y configuraciones es posible descubrir los «hacks» que impulsan el crecimiento de nuestro negocio con poca inversión monetaria y de esfuerzo.