Saltar al contenido

La historia viral de la mantequilla Gloria y lo que nos dice sobre las empresas responsables

marzo 26, 2022
La historia viral de la mantequilla Gloria y lo que nos dice sobre las empresas responsables

Esta semana, la historia detrás de una simple barra de mantequilla se hizo viral. A través de una serie de tuits, el usuario @nichtgefund empezó a contar la historia de la mantequilla Gloria, de la empresa Cremería Americana. Podría parecer la historia más anodina del mundo, pero había algo especial: demostraba que el objetivo final de las empresas no siempre debe ser el dinero.

Todo parecía un engaño

Al principio, parecía que se trataba solamente de una campaña en Twitter. Ya te hemos contado que, a veces, esto no sale tan bien como se esperaba (o eso creemos), como en el caso de #OrgullosamenteIndio. Específicamente, no funcionan cuando parecen ser falsas. Y es que un usuario de Twitter que, de la nada, empieza a hablar de las bondades de una mantequilla parece un poco sospechoso. De hecho, lo primero que dice es que son conocidos por ser de gran calidad y una de las pocas hechas 100% de leche de vaca.

Después, empieza el misterio. Algo que llama la atención en las facturas de la empresa.

Foto: @nichtgefund

¿Los ves? Sí, es lo de la “fábrica más antigua y moderna de México“, ¿qué es eso? Ah, no. Es lo de “Alberto Andrade y Dolores Contreras de Andrade“.

Al principio, el tuitero cree que tiene que ver con con tributo a los fundadores. Que se trata de una empresa familiar y que los hijos o nietos decidieron dejar el nombre. Pero, las empresas familiares normalmente no pasan de la tercera generación. Durante seis años, el usuario creyó que esta era la explicación, pero el día que todo empezó, descubrió que no era así.

Alberto y Dolores llevaban muertos cerca de cincuenta años. Entonces, ¿quién estaba mandando las facturas? No, la verdadera pregunta es ¿por qué mantener los nombres? La pareja no tuvo hijos, así que, obviamente, no se trata de una empresa familiar.

El secreto

En 1905, Alberto Andrade se hizo dueño de la empresa Andrade y Zaragoza y puso su primera fábrica en Tacubaya. En los siguientes cinco años llevó a cabo el proceso de pasteurización de la mantequilla y creó sus dos primeras marcas: La Camelia y La Competidora.

En 1924, se vendió por primera vez la mantequilla Gloria, que actualmente es una de las más reconocidas por los mexicanos. Si no recuerdas el nombre, son las que vienen en bloques amarillos o verdes, dependiendo de si tienen sal o no. Entre 1960 y 1980, Gloria estaba convirtiéndose en una de las más famosas en México, con publicidad en revistas y espectaculares por todo el país. Para los 2000, ya era la principal en el mercado. De hecho, la marca fue la primera en crear mantequilla untable en México.

Lamentablemente, Alberto Andrade no vivió para ver todo esto. El empresario murió en 1952, y su esposa Dolores Contreras de Andrade quedó a cargo del negocio hasta su muerte en 1979, durante la época de crecimiento de la mantequilla. En su testamento, Dolores dispuso que se creara la Fundación de Asistencia Privada Alberto y Dolores Andrade, un programa de becas para alumnos de excelencia académica que termina hasta que consiguen el título profesional. Actualmente, la beca se ha entregado a más de tres mil veinticinco becarios, desde primaria hasta doctorado.

Con tan solo ver el encabezado de la factura, el tuitero descubrió que la mayoría de las utilidades se van a esta fundación. Y “no es cualquier empresa, tienen cerca de mil empleados en todo el país“.

La respuesta

Unos días más tarde, la empresa contactó al usuario de Twitter directamente.

Cuando hablaron con él, le dijeron que no suelen promocionar mucho el lado de la Fundación porque sería como lucrar con la caridad. También lo invitaron a visitar la fábrica.

Todo se trata de la imagen

Este año, Cremería Americana obtuvo el onceavo reconocimiento Empresa Socialmente Responsable (ESR) del CEMEFI (Centro Mexicano para la Filantropía). Esto significa que también llevan a cabo prácticas laborales, tienen vínculo con la comunidad y el medio ambiente y una ética empresarial. Para ellos, ser más competitivos viene de promover el desarrollo de sus clientes, empleados y las comunidades donde operan; no lo ven como un obstáculo. 

Por si esto fuera poco, también siguen las iniciativas del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Se trata de diez principios básicos que garantizan los los derechos humanos, los estándares laborales, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción.

Pero no solo es en la parte social. Sus productos también están galardonados. Desde el 2002, las empresa cuenta con certificados AIB (American Institute of Baking), una empresa que se encarga de proteger la reputación de sus clientes a través de la inocuidad de la cadena alimenticia. Básicamente, certifican desde que llegan las materias primas hasta la entrega al cliente. De hecho, esperan conseguir el reconocimiento FSSC 22000, de validez internacional. Tal vez esto es más obvio en su política de calidad e inocuidad.

Todo esto tiene que ver con la idea de empresas narrativamente responsables. Podemos verla en ciertas campañas más enfocadas en promover una idea que sirva para ampliar la conciencia y los valores de la gente, que en vender el producto o el servicio que representan. La encontramos también en las decisiones valientes —y a veces financieramente costosas— de muchos directores generales al dar golpes de timón que implican tomar partido en favor de ideas y valores que consideran más importantes que las ganancias en el corto plazo. Puede verse también en ciertas iniciativas de emprendedurismo social; o en casos radicales de responsabilidad social empresarial.

En una columna pasada te dijimos que si las empresas quieren hacer algo real para reducir la disfuncionalidad que nos rodea, lo primero es que acepten que hay una problemática. Lo segundo es revisar la responsabilidad de la propia organización en fomentar la disfuncionalidad e incluso en no impedirla. Si esa revisión lleva a tomar decisiones operativas, excelente, pero eso por ahora puede esperar. Para empezar, estos pueden ser los puntos que deben revisar en un nivel meramente comunicativo:

  • Los privilegios.
  • La desigualdad.
  • El machismo y la homofobia.
  • La deshumanización y la violencia.
  • El calentamiento global y la sobreexplotación de los recursos.
  • Por último, esta empresa siempre ha estado en la vanguardia. La mantequilla Gloria fue la primera pasteurizada del país, la primera untable, y de las más serias con respecto a tener una fundación que mejore su entorno.