Dentro de las prácticas que se concentran en el inbound marketing, existen modelos que permiten comprender el proceso que tiene el cliente con nuestra empresa, lo que incluye elementos de venta y conversión. Un ejemplo de lo anterior mencionado es el «funnel de marketing», un modelo que interpretaba el diseño de un embudo para evaluar el viaje del cliente.
Hoy en día —y después de mucho tiempo—, este modelo se ha quedado un poco atrás con la llegada de uno nuevo: el flywheel. La traducción literal de este modelo es «volante», ya que su proceso de ventas es como una circunferencia que gira sin parar, haciendo que los procesos nunca se detengan, ayudando a las prácticas de marketing a potenciarse todavía más.
Si quieres conocer cómo funciona el flywheel y en qué se diferencia del funnel, continúa leyendo el artículo. Seguramente encontrarás aspectos relevantes que puedan facilitar el análisis de información del proceso de venta de tus clientes.
¿Qué es el flywheel?
Antes de conocer el flywheel es importante destacar un aspecto importante: el flywheel no sustituye totalmente el funnel. Podemos considerar el flywheel como una actualización del embudo tradicional con el que hemos estado familiarizados durante mucho tiempo.
De manera análoga, podemos entender el flywheel como un proceso circular (como un volante) donde los clientes alimentan el crecimiento de la empresa. El flywheel se encuentra compuesto de tres fases, las cuales hacen que el volante gire totalmente solo, lo que ayuda a obtener impulso y fuerza, haciendo que permanezca activo durante más tiempo y de manera más efectiva.
Podemos concebir el flywheel como un modelo sostenible que genera un flujo constante de clientes potenciales y de prospectos para nuestra marca. No obstante, nada es perfecto en este modelo, ya que pueden existir momentos de “fricción” en los que haya clientes que se “caigan” del giro del volante.
Las fricciones pueden derivarse de experiencias negativas o de algún fallo en cualquiera de las fases que veremos a continuación.
Fases del flywheel
El flywheel se compone de tres grandes fases, las cuales giran alrededor de un gran objetivo o elemento: los clientes. Por ello, en torno al cliente, existen las siguientes fases que buscan una integración y retroalimentación constantes y de manera gradual.
Atracción
Durante esta etapa se requiere emplear nuestro conocimiento y experiencia para crear materiales, contenidos y elementos importantes para que las personas sientan el valor de nuestra empresa. Cuando tracemos las estrategias no debemos olvidar el objetivo principal: satisfacer y atraer al cliente. Para ello, podemos valernos de dos preguntas:
- ¿Todas nuestras acciones se realizan teniendo en cuenta el mejor interés del prospecto?
- ¿El contenido está dirigiendo el tipo correcto de tráfico a nuestro sitio?
Así mismo, la etapa de atracción incluye diversas tácticas y estrategias de contenido, entre las cuales podemos destacar:
- Presencia en redes sociales (orgánicas y de pago).
- Entradas de blog y marketing de contenidos.
- Estrategias con palabras clave y SEO.
- Estrategias PPC.
Conviene mencionar que la atracción de clientes varía en función del sector poblacional al que deseemos llegar, por lo que deberemos implementar diversos estudios para conocer a nuestra población.
Participación o implicación
Es importante que durante la segunda etapa los futuros compradores nos consideren dentro de sus opciones, ya que los prospectos no solo miran las soluciones, sino también a la competencia. En este sentido, es importante posicionarnos como la opción de valor que ellos van a escoger.
Es de vital importancia crear relaciones duraderas con estas personas; desde aportar información de valor hasta ofrecer soluciones a situaciones particulares. La etapa de implicación es uno de los retos más grandes dentro del flywheel.
Deleite
Esta etapa es uno de los elementos que más distingue al flywheel del funnel, ya que la última etapa del volante también funciona como un punto medio entre una transacción completada, la próxima ronda de clientes potenciales y los compradores en etapa tardía, ya que son ellos quienes tienen toda la información respecto a nuestra empresa y sus problemas que pudieron resolver gracias a nosotros.
¿Cómo funciona esto? Muy sencillo. Los clientes son como promotores que buscan razones para contarle al mundo su experiencia y cómo fue la resolución de sus problemas.
Reducir la fricción
Aunque no es propiamente una fase del flywheel, es una acción que debe tomarse en cuenta para evitar que los clientes se bajen del giro del volante. Estos focos de fricción a veces son sutiles, por lo que son difíciles de detectar. No obstante, es necesario identificar estos roces mediante las quejas y problemas que se reciben por parte de los usuarios.
En conclusión
El modelo del flywheel es uno de los elementos más importantes y actualizados dentro de los procesos de ventas para mejorar la experiencia del cliente y su conversión. Aunque se ha sobrepuesto a su antiguo modelo (funnel), no quiere decir que este haya quedado en la obsolescencia, simplemente se innovaron los elementos para abrirse paso en nuevos horizontes de los procesos de ventas.
El flywheel puede ser aplicado a la mayoría de los negocios, por lo que no es complicado ponerlo en marcha en las empresas. Comienza a implementar este modelo y obtén resultados nunca vistos.