En artículos pasados te hemos hablado del activo circulante, del activo no circulante y del pasivo corriente que son elementos del balance general, que nos sirve para llevar las finanzas de nuestra empresa, y ahora llega el turno de el pasivo no corriente o pasivo de largo plazo.
¿Qué es pasivo de largo plazo?
El pasivo de largo plazo o pasivos corrientes representan las deudas con terceros que deben ser saldadas en un plazo de uno a cinco años.
Son originados por la necesidad de la empresa por adquirir un financiamiento, ejemplos de este pasivo son: deudas bancarias, los créditos hipotecarios y los bonos que solo financian activos no circulantes.
Las tablas de amortización sirven para reflejar como se está realizando el pago de una deuda contraída, mayormente representados por inversiones cuantiosas, ya que son enormes cantidades de dinero que no pueden ser pagados al momento.
Estas inversiones generan intereses y gastos, por lo tanto se necesita llevar un control de lo que se va amortizando, es decir, pagando o gastando la deuda.
¿Qué conforma el pasivo de largo plazo?
El pasivo de largo plazo se compone de cuatro elementos principales:
- Hipotecas por pagar: Son préstamos que solicitan las empresas que son garantizados con bienes e inmuebles
- Documentos a pagar a largo plazo: Son los pagarés y letras de cambio que la empresa debe liquidar en un lapso mayor a un año
- Préstamos bancarios a largo plazo: Son las deudas que tiene la empresa con instituciones de crédito, por plazos mayores a un año
- Cobros anticipados con vigencia mayor a un año: Es dinero que la empresa cobra antes de que preste un servicio con vigencia mayor a un año
¿Qué son los pasivos financieros?
Un pasivo es una obligación contractual de pago, mientras que un activo es un bien o un derecho, pero un derecho se considera un bien inmaterial.
El patrimonio de una persona o una empresa se expresa en lo que tiene, menos lo que debe; la resta de ambos conceptos ofrece como resultado su patrimonio neto.
Los bienes y derechos del conjunto patrimonial son denominados activos financieros, mientras que las obligaciones de pago, las deudas y compromisos exigibles, es lo que se llaman «pasivos financieros».
Tipos de pasivos financieros
La clasificación más común de los pasivos financieros se realiza según el tiempo que tenga el sujeto para satisfacer la obligación de pago, podemos distinguir entre:
- Pasivos financieros a corto plazo: También se denominan pasivos corrientes, puesto que forman parte del desarrollo de la actividad normal del agente económico en cuestión, además, exigen una liquidación en un plazo de un año o menos.
- Pasivos financieros a largo plazo: Son un tipo de obligaciones que se adquieren para ser liquidadas en un periodo superior a un año. Se les conoce como «pasivos no corrientes» debido están ligados a la estructura básica del sujeto y no a las operaciones del día a día
Por otra parte, no son pasivos financieros aquellas obligaciones que tengan estas características:
- Las obligaciones contractuales que exijan la entrega de bienes o la prestación de servicios
- Las deudas contraídas con las administraciones públicas, ya que este tipo de deudas no nacen por una obligación contractual
¿Cómo se utilizan los pasivos a largo plazo?
Los pasivos a largo plazo son una herramienta útil para aplicar el análisis de gestión de ratios financieros. La porción corriente de la deuda a largo plazo se separa porque debe cubrir activos más líquidos, como efectivo.
La deuda a largo plazo puede cubrirse mediante diversas actividades, como los ingresos netos del negocio principal de una empresa, los ingresos por inversiones futuras o el efectivo de nuevos acuerdos de deuda.
Los coeficientes de endeudamiento, como los coeficientes de solvencia, comparan los pasivos con los activos. Las razones pueden modificarse para comparar los activos totales con los pasivos a largo plazo únicamente.
Esta relación se denomina deuda a largo plazo sobre activos. La deuda a largo plazo frente al capital total proporciona información sobre la estructura de financiación y el apalancamiento financiero de una empresa. La deuda a largo plazo en relación con los pasivos corrientes también proporciona una idea de la estructura de la deuda de una organización.
¿Por qué es importante el pasivo de largo plazo?
El pasivo no corriente le aporta liquidez a la empresa para utilizar ese capital en nuevas inversiones y poder hacer crecer a la misma.
Además, aporta una mayor posibilidad de hacer negociaciones con los accionistas con la finalidad de obtener una mejor fuente de financiación que si se solicitara a un banco.
Ejemplos de pasivos corrientes
El valor presente de un pago de arrendamiento que exceda un año es un pasivo a largo plazo. Los pasivos por impuestos diferidos generalmente se extienden a ejercicios fiscales futuros, en cuyo caso también se consideran un pasivo a largo plazo.
Las hipotecas, los pagos de automóviles u otros préstamos para maquinaria, equipo o terrenos son a largo plazo, excepto que los pagos se realizarán en los próximos 12 meses. La parte adeudada dentro de un año se clasifica en el balance general como la parte corriente de la deuda a largo plazo.
Comprensión de los pasivos a largo plazo
Los pasivos a largo plazo se enumeran en el balance general después de los pasivos más corrientes, en una sección que puede incluir obligaciones, préstamos, pasivos por impuestos diferidos y obligaciones por pensiones.
Los pasivos a largo plazo son obligaciones que no vencen dentro de los próximos 12 meses o dentro del ciclo operativo de la empresa si supera un año; el ciclo operativo de una empresa es el tiempo que tarda en convertir su inventario en efectivo.
Un pasivo que es inminente pero que tiene una inversión a largo plazo correspondiente que se pretende utilizar para pagar la deuda se informa como un pasivo a largo plazo, pero la inversión a largo plazo debe tener suficiente dinero para cubrir la deuda.
Además, se debe tener presente que las operaciones destinadas a prestar recursos suponen un activo para las entidades y a su vez es un pasivo para sus clientes. Por el contrario, las operaciones pasivas del sistema financiero, tienen como fin el captar recursos para las entidades.