El storytelling es el arte de contar historias. Como todo arte, implica un proceso, una técnica y, sobre todo, de la prueba y el error.
Es una forma de comunicación que permite a las personas compartir mensajes, experiencias y conocimientos. En el complejo mundo actual de la publicidad y el marketing, el storytelling se ha convertido en una parte importante de la forma en que comunicamos ideas y empatizamos con el cliente potencial.
Pero, ¿cómo podemos estar seguros de que estamos contando una buena historia? Hay muchos elementos diferentes que componen una buena historia, y se necesita habilidad para saber cuándo y cómo utilizarlos. Una buena historia debe ser atractiva y cautivadora, debe tener sentido y debe tener un propósito claro.
Prestando más atención a estos aspectos de la narración, podemos elaborar mejores historias que hablen a nuestro público y lo muevan hacia conexiones significativas.
Características de un buen Storytelling
La narración de historias siempre ha sido una técnica clave del marketing, y muchas empresas la utilizan para conectar con sus clientes de forma poderosa y memorable.
Desde compartir historias atractivas sobre el producto o los servicios que ofrecen, hasta contar narraciones apasionantes que apelan a nuestros cerebros emocionales, la narración es una forma eficaz de atraer a los clientes y hacer que compren.
Apelan a las emociones. Las historias que importan son las que nos hacen sentir. Por ello, apelar a las emociones con ayuda de diferentes elementos retóricos es primordial para que si bien no recuerden todo lo que les contamos, sí cómo les hizo sentir y quieran más.
Reflejan los valores de la marca. Al ser una técnica de marketing, no podemos olvidar introducir lo que nos interesa: la marca. Sin embargo, el reflejo de los valores debe integrarse de manera orgánica a la historia, y ser relevante. Si se incrusta “a la fuerza”, se notará.
No son promocionales. Nada de meter promociones o tratar de vender directamente un producto en una historia con enfoque storytelling. Este tipo de narraciones busca impactar de forma profunda y a largo plazo, por lo cual la promoción no tiene lugar.
Contando esto, podemos decir que un storytelling NO es:
- Un anuncio.
- Una historia aburrida.
- Una presentación comercial.
- Un artículo que habla de la marca o producto.
- Un artículo extenso.
Beneficios del Storytelling
Cuando nos esforzamos en contar una buena historia, los beneficios pueden ser muy jugosos:
Simplificar conceptos abstractos y mensajes complejos. Muchas veces las marcas intentan vender productos o servicios nuevos que no tienen un símil en el mercado. Para que las personas lo entiendan, recurren a contar historias que les evoquen sensaciones similares y así tratar hacerlos comprender. Los ejemplos y analogías son geniales para aterrizar conceptos abstractos y hacerlos atractivos.
Conectan a las personas. Una buena historia logra empatizar con su audiencia, ya que habla de temas en los que todos hemos estado o podríamos estar. Amor, odio, desengaño, triunfo; todo vale para alcanzar las emociones.
Las historias inspiran y motivan. Las marcas buscan que su percepción sea positiva e inspiradora, y con una buena historia se puede lograr. Recordemos que el objetivo del storytelling es crear en un ente confiable a una marca.
El storytelling tiene el poder de cambiar los corazones y las mentes, inspirar la acción y unir a las comunidades. Por lo tanto, si queremos beneficiarnos de esta poderosa herramienta, debemos comprender sus ventajas y utilizarla de la mejor manera posible.
Tipos de Storytelling
Dentro de la documentación, podemos encontrar 5 modelos para contar historias.
- Ficción: el storytelling de ficción es básicamente una historia imaginaria con personajes irreales. Sin embargo, el mensaje busca crear una conexión con el usuario.
- Histórico: toma una parte histórica, un evento de la propia marca o muy famoso para resaltar los obstáculos y retos que se pasaron para lograr algo. Obviamente, es algo que sí pasó.
- De valor: enaltece los valores en una sociedad o dentro de la empresa que está creando este mensaje. El storytelling de valor puede hablar del trabajo diario o una acción que se hace constante.
- Consumo: aquí el protagonista es un producto o servicio y cuenta una historia memorable y significativa a su alrededor. Un ejemplo puede ser con Fedex, que ha usado contar historias centradas en su servicio de entregas.
- Personal: es de las formas más ocupadas de historias para generar empatía con una marca. Consiste en el relato de una historia personal de un personaje que hizo o vivió algo extraordinario.
En conclusión
El storytelling es el arte de contar historias. Se trata de una narración estructurada que se utiliza para comunicar un mensaje. El objetivo de la narración es crear un significado y una conexión entre potenciales clientes, clientes, y una marca.
Una buena historia debe apelar a las emociones y no intentar vender descaradamente. Con su buen uso, es posible hacer comprender conceptos abstractos y crear una comunidad.